Receta muy sabrosa que mezcla mar y montaña. En este caso los calamares, además de utilizar para el relleno sus patas y aletas, añadimos salchichas (de cerdo) que le dan al plato un extra de sabor. Recomendamos cocinar esta receta de un día para otro, ya que esto permitirá que los sabores se asienten mejor.
Ingredientes:
- 2 calamares de unos 350 gr. cada uno
- 250 gr. de salchichas blancas de cerdo
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- Taquitos de jamón (opcional)
- 1 vasito de vino blanco
- 1 vasito de agua
- 1 cucharadita de pimentón
- 1 cucharada de harina
Preparación:
Limpiar los calamares, separar los tentáculos y las aletas y picarlos en trozos pequeños. Reservar los cuerpos de los calamares para rellenarlos depués.
En una cazuela de fondo bajo, pochar la cebolla picada muy fina con el diente de ajo unos 15 minutos. Cuando esté blandita, añadir las patas y aletas de los calamares. Agregar medio vasito de vino y dejar cocer unos 20 minutos a fuego suave.
Mientras tanto sacar la carne de las salchichas y aplastarla con un tenedor para que pierda forma.
Cuando el preparado de calamares y cebolla esté tierno añadir la carne de las salchichas (y los taquitos de jamón si se quiere) y remover a fuego medio unos minutos. Después tapar la cazuela y dejar otros 5 minutos aproximadamente. Apagar el fuego y dejar enfriar el relleno. En este momento se puede probar y rectificar el punto de sal; en muchas ocasiones no es necesario añadir nada de sal porque la carne de las salchichas ya va sazonada y el calamar puede tener algo de sal propia.
Cuando el relleno esté templado, ir rellenando los calamares con una cuchara (y con mucho cuidado) sin llegar al tope. En este momento se cierran con un palillo y se reservan.
Preparamos la salsa donde se van a cocer, sofriendo en un poco de aceite 1 diente de ajo picado, la cucharada de harina y la cucharadita de pimentón. Agregamos el resto del vino blanco (1/2 vasito) y el vasito de agua y dejamos reducir un minuto. Entonces añadimos los calamares, tapamos la cazuela y dejamos a fuego suave unos 30 minutos.
Se pueden servir acompañados de un poco de arroz cocido con unas hebras de azafrán. Es un plato fuerte pero muy agradecido.
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