La mejor época para comer alcachofas es a finales de invierno y comienzos de la primavera, por ello os traigo una receta que combina estupendamente las alcachofas con el delicado sabor de las almejas. Es un estofado muy fácil de elaborar y el resultado es buenísimo. Por supuesto, recomiendo cocinar alcahofas frescas y, si es posible, utilizar almejas de buena calidad.
Ingredientes:
- 750 gr. de alcachofas frescas
- 300 gr. de almejas
- 1 vasito de vino blanco
- 1 cucharada de harina
- 1 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- 1/2 limón
- Perejil al gusto
Preparación:
Cortar finamente la cebolla y el diente de ajo y pocharlos a fuego muy suave durante unos 15 o 20 minutos.
Mientras tanto limpiar las alcachofas, cortando el tallo y eliminando las hojas exteriores que son muy duras, y ponerlas en un cuenco con agua y limón para que no se oxiden mientras las preparamos.
Una vez esté la cebolla, añadir 1 cucharada de harina y rehogar un minuto. Añadir el vaso de vino blanco y dejar que se evapore el alcohol. Salpimentar al gusto y añadir las alcachofas cortadas en cuartos o mitades (depende del tamaño). Tapar la cazuela y cocer a fuego suave 30 minutos.
Añadir las almejas al guiso y tapar. Cuando se abran espolvorear con perejil picado y apagar el fuego.
Servir bien caliente.
Una receta estupenda. Aunque las alcachofas no me gustan, seguro que las almejas le dan mucho sabor al plato. Trae un taper al colé para probarlas.
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