Hoy os presento un plato muy fácil de hacer y que resulta una guarnición estupenda para platos de pescado, carne o pasta. Se pueden añadir otras verduras como la berenjena, tomate o una cabeza entera de ajos. Para que esta escalivada quede bien hay que tener en cuenta tres aspectos: unos pimientos rojos de la mejor calidad, aceite de oliva virgen extra y hacerlo por lo menos con un día de antelación, para que los jugos se mezclen.
- 2 pimientos rojos grandes
- 50 cl. de agua
- 4 cucharadas de aceite de oliva virge extra
- 2 cucharadas de vinagre de Jerez
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Precalentar el horno a 200ºC. En una bandeja de horno, poner los pimientos lavados enteros y salpimentarlos. En el fondo de la bandeja verter el agua.
Hornear los pimientos unos 30 o 35 minutos, dándoles la vuelta a mitad de asado para que se dore la piel.
En cuanto se saquen los pimientos del horno cubrirlos con papel de hornear o de aluminio y dejar que pierdan algo de calor, sin que se lleguen a enfriar del todo (si se enfrían, será muy difícil pelarlos).
Pelar los pimientos con mucho cuidado y cortarlos en tiras finas.
En un cuenco, poner las tiras de pimiento y aderezar con el aceite de oliva y el vinagre. Agregar sal y pimienta la gusto y dejar enfriar. Servir al día siguiente como guarnición de algún asado.
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