Cocinar recetas especiales cuando se tienen invitados en casa es muy agradable y hoy os propongo una receta muy sabrosa y fácil de preparar. La salsa tapenade que acompaña a las chuletillas de cordero es una preparación muy contundente; suele hacerse con aceitunas como base, pero en esta ocasión utilizamos pistachos, que casan muy bien con la carne del cordero. Esta receta está basada en la que aparece en el blog Smitten Kitchen (que ya he recomendado que varias veces).
Hace un año en Blue Cuisine: Sopa de ajo
Hace dos años en Blue Cuisine: Quesada pasiega
Hace tres años en Blue Cuisine: Crema de setas
Ingredientes:
- 6 chuletillas de cordero
- 2 filetes de anchoa en aceite
- 30 gr. de pistachos crudos y sin sal
- 1 diente de ajo
- Unas 10 o 12 alcaparras
- Un puñado pequeño de perejil
- 5 o 6 aceitunas negras (yo he utilizado Kalamata)
- El zumo de medio limón
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Primero se prepara la tapenade de pistachos: se ponen todos los ingredientes, menos el zumo de limón y el aceite en un robot de cocina y se trituran ligeramente. Una vez se ve la textura que adquiere la mezcla se añade el aceite de oliva poco a poco y un poco de zumo de limón. Luego se tritura hasta que adquiere una consistencia de pasta. Se prueba y se añade más limón o aceite si puede necesitarlo (al gusto del cocinero, en este caso). El sabor de la tapenade es muy contundente y tira a salado, por las aceitunas y las anchoas.
A continuación se pone una sartén a calentar a fuego fuerte y se condimentan las chuletas con muy pocas sal (o nada) y pimienta.
Cuando la sartén esté muy caliente se agrega una cucharada de aceite de oliva y las chuletas de cordero. Se fríen a fuego fuerte unos 2 minutos por cada lado y se retiran.
Para servir ,se pone una cucharadita de tapenade encima de cada chuletilla de cordero y se sirven recién hechas.
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