Tarta en la sartén de frambuesas y pistachos

No disponer de horno no es impedimento para poder cocinar tartas. Se puede preparar en una media hora una deliciosa tarta, de tipo bizcocho, en una sartén a fuego muy lento. Queda esponjosa, crujiente por fuera y lleva menos harina y mantequilla que un bizcocho hecho en el horno. La receta de hoy es del libro Tartas en la sartén de Élise Delprat-Alvarès,  en el que se proponen muchas recetas muy sencillas de preparar. En esta que os presento, los pistachos muy picados quedan integrados en la masa y las frambuesas le dan a la tarta un toque dulce y ácido a la vez que combina muy bien con el fruto seco.

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Ingredientes:

- 125 gr. de harina
- 100 gr. de azúcar
- 1/2 sobre de levadura en polvo
- 50 gr. de pistachos molidos
- 1 pellizco de sal
- 3 huevos grandes
- 10 cl. de leche
- 3 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 15 gr. de mantequilla
- 250 gr. de frambuesas frescas







Preparación:

En un cuenco se mezclan los huevos con el azúcar. En otro cuenco se mezclan los ingredientes secos: el harina, la levadura, le pellizco de sal y los pistachos molidos.

Se mezclan los ingredientes secos y los húmedos y se agrega el aceite de oliva y la leche. Se bate todo muy ligeramente hasta que se integren los ingredientes.

En una buena sartén antiadherente se derrite la mantequilla y se vierte a continuación la masa del bizcocho.

Se colocan las frambuesas encima de la masa, hundiéndolas un poco en ella y reservando unas 8 o 10 para decorar al final. Se baja el fuego al mínimo. En mi placa de inducción tengo una escala que llega al 12; yo la pongo en el 3.

Se deja cocinar muy suavemente unos 20 minutos. Al cabo de ese tiempo la masa ha aumentado su volumen al doble y aparecen unos pequeños "cráteres" en la superficie; señal de que hay que darle la vuelta.

Se da la vuelta a la tarta y se deja unos 7 minutos a fuego muy suave, que se termine de cocinar por el otro lado. Apagar el fuego y dejar enfriar. Para servir esta tarta se puede decorar con frambuesas frescas y pistachos por encima. Se puede conservar en la nevera unos tres o cuatro días.