Os presento una receta muy fácil para aprovechar sobras, tradicional de toda la zona de Reino Unido, Escocia e Irlanda. Cuando se ha hecho un guiso de carne como éste y ha sobrado alguna ración, se puede convertir en un pastel muy sabroso, cubriéndolo con una capa de masa y horneándolo. Además, al guiso se le puede añadir alguna verdura cocida o salteada que se tenga en la nevera y se tendrá una comida completa.
Ingredientes:
- 150 gr. de harina
- 100 gr. de mantequilla
- 60 ml. de agua fría
- 1 pellizco de sal
- 1 huevo batido para pintar la masa
- Unos 350 gr. de guiso de carne frío
Preparación:
Mezclar la harina con la sal y agregar la mantequilla fría y cortada en cubitos.
Trabajar la masa con las puntas de los dedos rápidamente, hasta que queden unas "migas" de la mezcla. En este punto la masa no debe calentarse con las manos.
Añadir el agua fría poco a poco y amasar hasta que quede una bola de masa que no se pegue en las manos. Hay que tener cuidado en este paso porque quizás no haga falta utilizar todo el agua.
Envolver la masa en plástico film o en un paño y dejar reposar en la nevera 30 minutos.
Verter el guiso de carne en un recipiente para horno. Batir el huevo.
Espolvorear con harina la mesa de trabajo y el rodillo de amasar. Estirar la masa con el rodillo hasta conseguir la forma del molde de horno.
Cubrir el guiso de carne con una lámina de masa de unos 3mm de grosor. Se pueden hacer algunos adornos con la masa sobrante si se quiere. Pintar de huevo la masa y hornear a 180ºC unos 45 o 50 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente.
Servir muy caliente.
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