Con el final del verano aparecen una serie de productos de temporada con los que preparar recetas, antes de que comience el otoño: tomates, pimientos, higos. El postre que os propongo es un bizcocho muy especiado, con una base de higos frescos que, al cocerse en el horno, soltarán sus jugos y azúcares resultando una combinación con mucha personalidad. El resultado es contundente e ideal para acompañar una merienda. La receta está basada en la que encontré en Will Cook for Friends, variando algunos ingredientes y la clase de higos utilizados, que son los de la zona.
Ingredientes:
- 500 gr. de higos frescos
Secos:
- 175 gr. de harina
- 35 gr. de almendra molida (se puede utilizar también avellana)
- 1/4 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de levadura
- 1 cucharadita de bicarbonato- 1/4 cucharadita de jengibre en polvo
- las semillas de 6 cápsulas de cardamomo
Húmedos:
- 3 huevos a temperatura ambiente
- 100 gr. de miel
- 50 gr. de azúcar moreno
- la ralladura de 1 naranja
- 2 cucharadas de leche
- 50 gr. de naranja confitada (o higos secos o mermelada de higos)
- 125 ml. de aceite de oliva
Preparación:
Partir los higos frescos por la mitad y colocarlos en el molde, previamente untado con una cantidad muy pequeña de aceite de oliva. La parte exterior de los higos es la que debe quedar oculta, ya que se verterá la masa del bizcocho por encima.
Mezclar los ingredientes húmedos en un bol con un robot o a mano, unos 5 minutos.
Mientras tanto, sacar las semillas de las cápsulas de cardamomo y machacarlas en un mortero con cuidado de que no salten. Partir la narnaja confitada en trocitos pequeños.
Verter la masa húmeda sobre la seca y mezclar muy bien hasta que quede una masa homogénea.
Agregar la masa al molde, cubriendo los higos frescos.
Hornear al 180ºC entre 35 y 40 minutos. Dejar enfriar el bizcocho antes de desmoldarlo.
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