Comer marisco no tiene por qué ser muy caro. El mejillón de buena calidad puede ser el ingrediente perfecto para una comida con invitados si se combina con otros productos como en este caso. El azafrán es el ingrediente de mayor precio, pero os recomiendo que lo utilicéis, porque sólo se necesita una cantidad muy pequeña y el sabor que aporta es muy característico. Esta crema que os presento hoy está basada en una receta del prestigioso cocinero Martín Berasategui.
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- 400 ml. de caldo de pescado
- 1 kg de mejillones frescos
- 1/2 cebolleta
- 4 o 5 pieles de naranja
- 25 ml. de vino blanco
- 4 cucharadas de tomate triturado
- 1 pellizco de azafrán
- 4 o 5 tallos de cilantro
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Limpiamos bien los mejillones y preparamos un caldo corto para cocer en él: en una olla vertemos el vino blanco, la media cebolleta picada, las pieles de naranja, los tallos de cilantro y pimienta recién molida. Echamos los mejillones y dejamos que se abran a fuego fuerte unos 5 minutos, o hasta que todas las valvas se hayan abierto. Si hay alguna que no se abre, es mejor desechar el mejillón.
En una cazuela con una cucharada de aceite de oliva, freir el tomate triturado a fuego suave durante unos 7 minutos. Agregar el caldo de pescado y el azafrán.
Mientras tanto colar el caldo de los mejillones, que se habrá impregnado de los aromas del cilantro y de la naranja y reservar.
Añadir a la cazuela el caldo de los mejillones y la carne de los mismos, dejando unos pocos para decorar el plato. Cocer a fuego suave unos 3 minutos para que se mezclen los sabores. En este punto, y si se quiere, se puede añadir un poco de nata líquida (unos 20 ml o así).
Triturar la crema con una batidora de mano o con una batidora americana. Si se utiliza esta última, hay que dejar enfriar la crema un poco para que no salte la tapa de la batidora con la diferencia de temperaturas. En ambos casos, es recomendable colar el resultado final para que no queden restos de carne de mejillón. Probar la crema y rectificar de sal si fuera necesario (con los mejillones, que ya aportan su cantidad de sal, casi nunca es necesario añadirla).
Servir la crema caliente, adornada con hojas de cilantro y mejillones enteros.
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